Antecedentes académicos e impactos de la evaluación del desempeño docente

Antecedentes académicos e impactos de la evaluación del desempeño docente

Los antecedentes académicos y los impactos de la evaluación del desempeño en los docentes

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Vol.: 09, 2016/47

Calidad Educativa Consultores S. C., te manda su artículo del mes de enero – febrero del 2016. Esta vez es un ensayo sobre los antecedentes académicos y los impactos de la evaluación del desempeño en los docentes, y su propósito es mostrar una perspectiva de lo que sucede desde un proceso descriptivo que sin tomar una postura explique los antecedentes académicos de la formación docente, el análisis histórico sistémico y de las consecuencias e impactos que esto trae en ellos y ellas, para brindarles por un lado información que les permita ver las cosas más objetivamente, pero por el otro lado ciertas recomendaciones que les podrían ayudar en este contexto. Esperamos les sea útil para salir adelante en esta prueba que será menos difícil en la medida en que se quiten la tensión, estudien, se preparen y sobre todo logren la tranquilidad que brinda haber hecho las cosas bien.

Este documento es gratuito y puede distribuir de manera libre siempre y cuando se cite la fuente y se reproduzca respetando la intención original de la autora.

Antecedentes académicos e impactos de la evaluación del desempeño docente

Dra. Laura Frade Rubio

Resumen ejecutivo

Para comprender la preocupación, ansiedad y angustia que tienen los docentes frente a la evaluación del desempeño es necesario identificar los antecedentes académicos con los que cuentan y cómo fueron formados, en contraste con las necesidades educativas de los estudiantes frente al Siglo XXI y cómo de éstas se derivan cambios en la formación y capacitación docente que conllevan a evaluarlos. A partir de esto se analizan los impactos del proceso, los dilemas y las posturas que se toman desde la sociedad brindando ciertas recomendaciones para que conserven su puesto de trabajo en esta etapa de crisis.

Palabras clave: formación docente, competitividad, sistemas educativos, planeación argumentada, expediente de evidencias

Los antecedentes…

A partir de la evaluación del desempeño docente que se establece con la Reforma Educativa impulsada durante este sexenio, los y las maestras del país se han visto sometidos a una crisis generalizada, tanto laboral como académica, y aún emocional. Cualquiera podría decir que no debería ser así porque sólo se les está evaluando lo que de por sí ya llevan a cabo, pero eso no es tan simple, porque de inicio existen ciertos antecedentes académicos y formativos que el común de la gente desconoce.

Para empezar históricamente educación que se brinda en las normales en nuestro país y que ha formado a los docentes en educación básica, cuenta con un modelo reproductor en el que se enseña a aplicar los planes y programas de estudio vigentes al momento en que estudian, es decir que lo que se enseña en preescolar, primaria y secundaria, con las bases teórico – prácticas es lo que se aprende a aplicar desde la normal, lo que implica que no se les forma para enseñar lo que sea y cómo sea, bajo cualquier modelo educativo, corriente pedagógica o incluso de aprendizaje, sino sólo aquello con el que se cuenta a la fecha en que se estudia. Lo anterior se traduce en aprender a usar los libros de texto con sus materiales educativos respectivos.

En este contexto, la lógica de enseñanza – aprendizaje en las normales casi siempre fue: “Desde la federación, desde el centro, se diseñan los planes, programas y libros de texto para que el docente los aplique tal cual”, instalando para lograr esto supervisiones escolares que se encargaron de vigilar constantemente su cumplimiento, tanto en las escuelas públicas como en las privadas, verificando aspectos como por ejemplo que los libros de texto se utilicen al máximo, por ejemplo. Esta fue la estrategia histórica desde la Revolución Mexicana puesto que para 1910, el 72.3% de las y los mexicanos no sabía leer y escribir (INEE, 2010), por lo que se instaura una dinámica en la que todo aquel que sepa leer y escribir será maestro, supliendo sus deficiencias con un diseño total de su quehacer educativo que era elaborado desde el centro del país y que se concretaba en unos planes y programas que marcaban absolutamente todo lo que se debería de hacer en los procesos y las aulas, incluidas las metas, los procesos y los resultados esperados, con una estrategia central que se concentraba en el uso de libros de texto como instrumento didáctico.

En la medida en que las décadas pasaron, se impulsó una estrategia de formación que consistió inicialmente en que aquellos que eran docentes hicieran la primaria, al mismo tiempo en que daban sus clases, luego la secundaria, luego la normal. Esto lo hacían en cursos los sábados, o bien durante el verano, etcétera. Finalmente se estableció el nivel licenciatura como requerimiento, pero esto fue hasta la década de los años 90, conservando el mismo formato reproductor: se aprende estrictamente lo que se aplica en el aula, no más no menos.

Es decir que las generaciones actuales de maestros y maestras, fueron formados para aplicar el plan y programa de estudios de 1970 si se tienen alrededor de 60 a 50 años de edad; el correspondiente al plan y programas del 1992 para el caso del preescolar (PEP, 1992) y el de 1993 para la primaria y secundaria, (SEP 1993) si se tienen entre 40, 30 y aún 20 años, porque el plan y programa de estudios de la normal correspondiente a los planes y programas de la educación básica de las últimas reformas se emitió hasta el 2012 para las normales de la educación preescolar y primaria, siendo que todavía falta el correspondiente a los docentes de todas las asignaturas de secundaria.

Lo anterior implica que la generación que estudió durante la década del 2000 al 2012 se formó para aplicar los planes y programas de 1992 y 1993 (SEP, 1992, SEP, 1993a y b) y aunque se dio la orden de que los docentes de la normal de que los actualizaran en su práctica, las lecturas, antologías, autores, bases teóricas y fuentes corresponden a una época anterior a las competencias que son la meta educativa preponderante a desarrollar en las reformas curriculares 2004 al 2011 (PEP- SEP, 2004 -preescolar, RES-SEP, 2006 –secundaria-, Marco Curricular Común de Bachillerato SEMS, 2008 , RIEB, SEP, 2009 – primaria-, y Plan 2011 para toda básica, SEP, 2011).

Este modelo reproductor generó una dependencia del docente hacia el centro de la federación, puesto que impone una lógica de “espera”, se espera que te digan qué enseñar, cómo enseñar, cuándo hacerlo, y aún cómo evaluar, y si bien había cierta libertad para planear y ejecutar, y cada maestro debería hacer sus propias planificaciones, la realidad es que siempre debería cumplir lo que se pedía desde la SEP, no más no menos, exactamente lo que viene descrito en los planes y programas y en los libros de texto.

Aunado a esto, el paradigma de la ciencia clásica que observa que el conocimiento es estático, lineal, cierto e infalible (Morin, 1984) impulsó la falsa creencia de que una vez que se terminaba la normal ya se sabía todo lo que se debería saber, aspecto que se observa en un hecho significativo, en una costumbre de graduación que consistía en que al término de la normal los docentes quemaban sus cuadernos, en señal de que no los volverían a usar, habían terminado de formarse… El aprendizaje a lo largo de la vida no era parte de su formación.

En el caso del bachillerato, la mayoría de los docentes no son normalistas, son profesionistas especialistas en su rama, lo que implica que muchas veces no cuentan con conocimientos pedagógicos y didácticos, ni a nivel general ni de su propia disciplina en lo específico por lo que se tienen que preparar paralelamente sobre estos aspectos.

Cabe señalar que las reformas curriculares realizadas en la década pasada (2000-2011) resultan imprescindibles si queremos que los niños y niñas mexicanos puedan dar respuesta a la globalización económica que se impone, a la internacionalización del estado, al cambio climático, al respeto a sus derechos humanos en plenitud, la sociedad del conocimiento con la crisis respectiva que implica que lo que hoy se enseña como verdad, tal vez mañana no lo sea; en fin a las necesidades de aprendizaje que se derivan del Siglo XXI.

Si bien es cierto que cada vez que sale un nuevo plan y programa de estudios la Secretaría de Educación Pública llevó a cabo procesos de actualización, estos tardaron en bajar hasta el docente que los opera, pero además, dado que las últimas reformas educativas se elaboraron en una década de continuas transformaciones, con cambios constantes en los propios planes y programas que bajaban, así como en sus libros de texto y los materiales educativos, emerge otro nuevo cambio, es decir que no ha terminado de aplicarse uno cuando ya se está diseñando el otro.

Es necesario observar que si hacemos un análisis de la periodicidad de las reformas curriculares veremos que si para 1970 se habían publicado los planes y programas conductistas impulsadas por el Presidente Echeverría, no fue sino hasta los años 90 que se publicaron las subsiguientes de índole constructivista, es decir que pasaron 20 años entre una y otra reforma, y que para las que continuaron, las que se dieron en la década pasada pasaron 15 años aproximadamente para su emisión, mismas que serán modificadas en este año… a sólo 4 años de su aparición. Es decir que el lapso de tiempo para el diseño y aplicación entre un plan y programa de estudios es cada vez es menor… El cambio llegó para quedarse, esto es lo único cierto.

Pero además, en las Reformas del 2011 se rompió la instrumentación pedagógica que se acostumbraba y que consistía en la articulación de un paquete que incluía los planes y programas de la mano de los libros de texto y las estrategias didácticas, porque fueron tantos los cambios que llegó el momento en que los primeros no coinciden con los segundos, principalmente en el caso de la primaria, y en el de la secundaria los enfoques disciplinares en el desarrollo de competencias fueron tan diversos que tampoco lo hacen con respecto a las metas que se persiguen. El modelo reproductor se rompió…

Las consecuencias…

En este contexto, obviamente que existe una gran preocupación por parte de los docentes, pero además una falsa expectativa en la sociedad en el sentido de que el docente debe saberlo todo puesto que para eso es un profesor, es decir que hay cierta incomprensión ante su malestar.

​Así que la evaluación del desempeño docente implica un reto porque los y las maestra deben demostrar que se es un profesional de la educación sobre la base de nuevas prácticas para las cuáles no estaba formado, entre ellas: actualizarse diariamente a lo largo de su carrera profesional, aprender siempre a toda hora, planear y ejecutar sus clases en la paradoja que implica: cumplir con las metas nacionales al mismo tiempo en que se observa el contexto local, lo que implica que no se basa exclusivamente en trabajar con los libros de texto, sino que debe crear nuevas estrategias, interesantes para los niños y niñas dirigidas a las características, estilos, gustos y preferencias de sus estudiantes.

Esto además, de que se impulsen actividades innovadoras que garanticen el logro del aprendizaje, recopilando evidencias que lo demuestren cuya naturaleza se observa en una evaluación cualitativa y no como se hacía antes calificando de 5 a 10, observando si sabía o no sabía la pregunta realizada, es decir de forma exclusivamente cuantitativa. Más aún, ahora se les exige que sepan cuestionar su práctica de manera constante sin que esto implique que estámal hecha, sino aceptando que toda práctica docente es mejorable. Si bien es cierto que esta dinámica reflexiva ya estaba incluida en los planes y programas de las normales SEP, 1996, SEP, 1997 y SEP, 1999 en las licenciaturas de la normal, este proceso de formación no les tocó a todos.

Lo anterior además de la realización de un examen que tampoco es lo que saben hacer los docentes, ya que no está diseñado con opción múltiple simple (sólo una respuesta es correcta de entre todos los distractores), sino que es opción múltiple compleja en contextos reales que miden lo que el docente haría con diferentes opciones en las que todas las respuestas son correctas, pero una lo es más que las otras de manera que esta obtiene una mayor puntuación (Frade, 2012).

Por si fuera poco, lo que termina por agudizar la situación es que la evaluación docente es una reforma laboral en la que de ahora en adelante cada docente se entiende con el patrón directamente, la relación es uno a uno, por lo que el proceso no está exento de intereses, tanto de las diversas cúpulas que se ven profundamente amenazados cuando les recortan presupuestos, eliminan la relación directa, los someten a examen igual que al resto, y por si fuera poco existe además presión por parte del sector empresarial que influye para que se llegue a las últimas consecuencias en este reacomodo laboral. Así que las redes sociales, y los medios de comunicación producen información diversa, misma que va desde los chismes, difamaciones, dimes y diretes, memes que resumen la inconformidad social y la burla frente a la impotencia, y por el otro lado el diseño y aplicación de una campaña de desprestigio que genera mala fama a los docentes que están trabajando, es decir que desde los dos lados se emite información contradictoria, que puede o no ser cierta.

Independientemente de este contexto no propicio para los docentes, la realidad es que el sistema educativo está en crisis dados los resultados que emite, y que se requieren reformas profundas, una de ellas, no la única, ni la más importante es identificar las necesidades que tienen los y las maestras para ser profesores frente a grupo independientemente del plan y programa de estudios en turno, es decir para saber enseñar de manera que se logre el aprendizaje en cualquier contexto, condición, circunstancia y con cualquier modelo educativo, para la diversidad de estudiantes y edades. Esto es un salto cualitativo, es un imperativo necesario, pero se requiere de un largo proceso para llevarse a cabo…

Para salir adelante y frente a esto, la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente ha emitido las guías de estudio que observan ciertas rúbricas holísticas de lo que se les pide en cada etapa de la evaluación, los criterios y niveles con lo que se les evaluarán, pero además se han llevado a cabo múltiples estrategias de preparación para el examen, mismas que no están emergiendo desde la SEP a nivel federal, sino desde los supervisores, directivos y aún desde los propios docentes, e incluso los sindicatos, como iniciativas que emanan desde la necesidad que observan, y del grito de desesperación que desde lo más profundo emiten.

Entre otras estrategias muchos supervisores y directivos les han pedido a los docentes que sus planeaciones cotidianas sean argumentadas, lo que no tiene sentido, puesto que esto aumenta la carga administrativa con la que cuentan actualmente, misma que regularmente es mucha dados los múltiples informes de los programas estatales y federales que tienen que elaborar los docentes lo que recarga más su trabajo administrativo y que no tendrían que hacer ya que no ayuda mucho a mejorar la calidad educativa.

Lo que no se observa es que si queremos mejorar los resultados de aprendizaje, la planeación debe ser diseñada como un instrumento del docente para organizar su trabajo, misma que debe ser corta, sucinta, clara, concreta, de manera que su tiempo lo ocupe en trabajar en el aula y en evaluar los comportamientos y los productos que hacen sus estudiantes para aprender, puesto que es en estos últimos en los que deberá intervenir para mejorarlos mediante la retroalimentación, y esto requiere de mucho más tiempo, ahí debería estar concentrada la carga de trabajo docente, por lo tanto es más importante evaluar que planear.

Así que en esta etapa de crisis aguda, de cambio continuo, los docentes están recibiendo múltiples exigencias, lo que ha traído como consecuencia impactos emocionales, entre ellos un aumento severo de su ansiedad, tensión, frustración, así como sentimientos de impotencia, preocupación, desasosiego y aún depresión. Los que tienen edad se han jubilado, otros han renunciado, otros se preparan más para la evaluación a la que serán sometidos que para sus clases y trabajos cotidianos que pasan a segundo término, porque sus familias dependen de su ingreso; y otros más se unen al grito callejero, la marcha, la huelga y la oposición. Hay pues desorden, desorganización, caos…

Las causas…

Bien lo decía Edgar Morin, que el mundo natural y social se mueve por un principio: orden, desorden y organización de manera continua y recursiva (Morin, 1981). Es decir que si para los años 90 se contaba con un sistema educativo bien organizado y estructurado, asunto que se llegó a observar en varias salones de clase, para el 2015, se desestructura totalmente. Por ejemplo, antes de las reformas de la RIEB 2009, cuando todavía se funcionaba con el Plan y programas 93 en las primarias, se observó la misma clase, con los mismos temas, actividades y ejercicios en un grupo de 3º grado en una escuela privada con niños de clase media alta en la Ciudad de México que en otra escuela primaria pública de clase media baja en una comunidad de Guerrero. Es decir que los planes y programas con sus libros de texto, se llevaban tal cual, respondiendo a una exigencia jerárquica: de la SEP a las autoridades estatales, de éstas a los jefes de sector, supervisores y directores, hasta llegar a las escuelas y docentes frente a grupo. Se contaba entonces con un Sistema Educativo Nacional bastante coherente, estratégicamente centralizado, jerarquizado, de baja complejidad como lo diría Edgar Morin (1983 pág. 217), puesto que las líneas van de arriba abajo para todos igualmente, siendo la estrategia didáctica principal el uso de los libros de texto que garantizaban un cumplimiento cabal de todo el proceso.

Cabe la pregunta,, ¿qué pasó?, ¿por qué no funcionó? Una de las respuestas, además de las muchas que se pueden dar, que van desde que el sistema económico y político es injusto, que existe corrupción, el acceso de los niños y niñas a las oportunidades no es igual, etcétera, etcétera…, es que, como decía Niklas Luhman (2007), es el contexto el que le da forma a un sistema, y el contexto en el que se encuentra nuestro Sistema Educativo Nacional, evolucionó más rápido que éste último, dejo de ser nacional, federal, laico y público al 100% cuando llegó la globalización económica y cultural que se logra con los medios de comunicación masiva y de transporte, y con ella la internacionalización del estado que implica que se toman las decisiones de política pública a nivel global en las instituciones multilaterales (ONU, OCDE, BM, FMI, etcétera) a la cuáles pertenece nuestro estado nacional y en las que se consensan acciones entre todos sus miembros (que no necesariamente se imponen).

Las anteriores decisiones involucran todos los sectores económicos, sociales y aún políticos, incluyendo a la propia educación de un país, mismas que no pueden dirigirse sólo para un el contexto nacional, ya que actualmente éste no es sólo local es también global, se debe formar para el futuro, y el futuro involucra a todo el planeta al mismo tiempo. Esta es la paradoja: el mundo futuro cuenta con una realidad fuera de las fronteras que nos afecta diariamente, pero el mundo local diferente, concreto, existe, está ahí y también nos afecta. No son dos realidades excluyentes son concurrentes, vivimos en la glocalización.

Por esta razón, las referencias de comparación en el resultado de aprendizaje que se alcanza se ampliaron observando ahora nuestra diferencia con el resto de los países, como ellos también lo hacen con nosotros. En suma: la sociedad, la cultura y la economía se ve afectada por una transformación a la cual no le damos respuesta a la velocidad que se requiere, puesto que no estamos preparando a los estudiantes para lo que sucede ahora sino para lo que lo que sucederá en el futuro que sucede ahora, valga la aparente contradicción… Por lo tanto, la gran crisis educativa emerge de que no nos modificamos tan rápido como el contexto si lo hace, y respondemos, pero cuando lo hacemos éste ya se volvió a modificar…

Aunado a estos procesos se encuentran también los procesos de ajuste estructural que se derivan de la deuda externa que consisten en que los países deben reacomodar su ingreso y gasto para el pago de la misma, para lo cual existe una fórmula de cuatro elementos: i) privatización de las empresas públicas, ii) disminución de la cantidad de empleados estatales con el aumento de la competitividad es decir se contrata a los mejores, iii) se aumentan los impuestos, y iv) se devalúa la moneda. Esto sucede desde la crisis de los años 80 en todos los países del mundo. En la medida en que se contrae deuda se van llevando a cabo estas medidas para poder pagarla, y como siempre pedimos más pues vamos privatizando más y reduciendo cada vez más al estado (Frade, 2002).

En el caso mexicano se han ido privatizando todos los sectores de la economía, inicialmente las paraestatales, luego las empresas públicas (puertos, aeropuertos, ferrocarriles, teléfonos, satélites), al mismo tiempo en que han desaparecido algunas secretarías de estado como la Secretaría de Programación y Presupuesto, y también han aumentado constantemente los impuestos y además se ha ido devaluando la moneda (Burki, 1997, IMF 2009, 2012, World Bank, 1996, 2013 a y b).

Tomando en cuenta lo anterior, la Reforma educativa es parte de este ajuste desde el año 2009 cuando se pidieron recursos frente a la crisis norteamericana, y cae dentro de la segunda medida que es el aumento de la competitividad en el sector educativo, se quedan los mejores lo que se demuestra en la evaluación docente, pero además ciertos servicios que antes se prestaban como la formación y capacitación continua se flexibilizan[i], es decir no sólo corresponde al estado brindarlos, el trabajador educativo también puede buscarlos y garantizarlos por su cuenta para mejorar. Esto tiene que ver con la disminución del gasto al sector educativo en el contexto del ajuste estructural ya mencionado (Frade, 2002).

Cualquiera pudiera decir, pues que no cumplan ni con los acuerdos de OCDE ni con el ajuste estructural, que se salgan de las instituciones… Lo que tal vez no sea muy conveniente, ni posible, ni mucho menos realista, porque como decía Sakamoto (1994): “Ningún país puede tomar una decisión independientemente del resto sin hacerse un daño considerable a sí mismo”, porque lo que hace el resto de los países es que le dejan de comprar sus productos a la vez que le dejan de vender los suyos, puesto que a ellos también se les debe. Esa es la paradoja: todos nos debemos entre todos.

Entonces la educación del Siglo XXI implica educar observando un contexto mucho más complejo del que el Sistema Educativo Nacional actual provee, y sí puede ser que: “A río revuelto, ganancia de pescadores”, en el desorden y en el caos, emerge siempre grupos que se benefician, pero esta no es la causa, al menos no la única, es sólo una variable más que incide en el problema y que puede agudizarlo o bien ayudarlo, porque en un mundo complejo las consecuencias no son exclusivamente dirigidas a un sector. Ninguna intención es lineal y logra lo que se propone, tal y como lo decía Morin existe la ecología de la acción, el contexto en el que se realiza que puede impedir o coadyuvar a que se logre (Morin, 2006).

Pero además de esto existe una crisis paradigmática en la construcción y producción del conocimiento disciplinar, en su premisa básica: que sí se adquiere en demasía, si se sabe mucho, el educando del futuro saldrá adelante… Ya no es totalmente así, esto tal vez podía ser posible en otras épocas de la historia… pero en la globalización lo que importa es el desempeño del sujeto, lo que sabe hacer en contextos diferenciados, lo que implica sí saber y mucho, para también pensar, sentir, y actuar de acuerdo a las demandas y problemas que enfrenta logrando el resultado que se propone. Así que la meta educativa da un salto hacia el desempeño adecuado a la demanda, es decir hacia la competencia, que el sujeto aprenda a resolver lo que enfrenta, y esto no sólo se logra por la división del objeto de conocimiento en disciplinas, sino por su articulación en la resolución de problemas.

Es decir, no es que se pretenda disminuir la meta educativa, no es que se busque que los estudiantes sepan poco, al contrario se amplía a un nivel superior de exigencia, no basta con saber, hay que saber hacer, transformar, Freire estaría de acuerdo al menos en la premisa básica: educar para transformar, no sólo para saber, no se persigue la educación bancaria con las competencias sino todo lo contrario el desarrollo de la capacidad para resolver nuestros problemas (Freire, 1981).

Las Reformas…

Desde este contexto, la Reforma Educativa es necesaria, de hecho se ha estado empujando desde las múltiples transformaciones que se han dado desde hace varios años porque había que revisar, modificar, adecuar, reconstruir el sistema en su conjunto para responder a la demanda del contexto global, por lo que habría que modificar: Los planes y programas, asunto que sí bien se consensó en el 92-93, no se logra consensar del 2000 para acá, por lo que no se termina de acabar uno cuando ya está entrando el otro, y con ellos los libros de texto, el rol que juegan, si son la base de todo o son sólo un insumo. Esto sucede porque no se termina por comprender el salto que debemos dar: del conocimiento y su construcción: a la competencia, al saber hacer en contextos diferenciados. Pero además porque existen múltiples intereses que se derivan del diseño curricular, la política como tal también interfiere.

La planta laboral educativa en su conjunto requiere actualizarse para responder al contexto, dando el salto cualitativo entre ser un reproductor a ser un educador en todo el sentido de la palabra. Asunto que comenzó con el cambio en el nivel profesional de la normal pasando de ser una carrera técnica que se estudiaba al término de la secundaria, a la exigencia de la preparatoria para ingresar a una licenciatura en los años 90, y luego con la instalación de la carrera magisterial a partir de 1992 de conformidad con el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, y ahora con esta nueva reforma. Es decir que primero se hizo por la buena, con un programa de incentivos horizontales (mismo puesto mejor salario por antigüedad y preparación), pero esto no funcionó puesto que no se observó un impacto en la mejora de los resultados de aprendizaje en el aula (Ortiz, 2003), pero además porque no todos los docentes se inscribieron por diversas razones. Cabe señalar que para el año 2012, el total de maestros de la secundaria que estaban inscritos era del 16.8%, el de primaria para 3º grado era del 36%, (INEE, 2012) y el de preescolar para el año 2013 era del 29.6% (INEE, 2013), esto con sus variantes en las vertientes y etapas a lo largo de los años. El asunto es que ahora emerge por obligación, es decir o se estudia, o se pierde el puesto de trabajo, y además se quedan los que alcancen los mejores resultados.

Los mecanismos de supervisión que implican la construcción de nuevas estructuras además de las existentes, primero el Sistema Nacional de Evaluación en tiempos del Presidente Zedillo, luego la aparición de ENLACE en tiempos del Presidente Fox, y ahora se logra la autonomía del INEE que se constituye en una institución verificadora, es el examinador del examinador… El rediseño de la toma de decisiones a nivel de la escuela que pasa a ser autónoma sin serlo totalmente, es decir se busca la autonomía en la dependencia porque ningún sistema es independiente del entorno (Morin, 1981). Es decir que sí debe haber una dependencia necesaria, de manera que se establezcan las mismas metas educativas para todos, pero que a nivel de la escuela, incluso del aula, se de cierta libertad para lograrlas respondiendo así a los contextos locales que enfrenta cada escuela en lo particular, es decir lo global se logra a nivel local y viceversa, lo local se logra a nivel global. Sin embargo esto es transitivo porque todavía no se alcanza, puesto que se sigue controlando a la escuela desde el centro diciéndoles lo que tienen que hacer en los Consejos Técnicos. Hay que reconocer que la gestión escolar emerge desde la Administración del Presidente Zedillo, que inició con un pilotaje en 1997 en 183 planteles escolares en cinco estados con un programa que se llamó: “La Gestión en la Escuela Primaria”, y cuyo objetivo fue generar estrategias y materiales que permitieran avanzar hacia la transformación de cada una en una organización, con la participación de todos los actores educativos (supervisores, directivos, maestros, estudiantes y padres de familia) para mejorar de la calidad educativa hacia el interior de la escuela (confer. Página web: http://zedillo.presidencia.gob.mx). Posteriormente, en la siguiente administración continúo como el Programa de Escuelas de Calidad, de manera que si las escuelas hacían su propio proyecto de mejora de manera voluntaria, se les entregaban recursos, pero ahora se busca que esto se aplique de manera gradual a nivel nacional.

La enseñanza del inglés y las TICS, asunto que se instaló primero en secundaria en las asignaturas correspondientes (Inglés e informática), y a que ahora se pretende impulsar en toda educación básica mediante el uso de tabletas, aulas de cómputo, con su previo en tiempos del Presidente Fox que fue la Enciclomedia, además de impulsar gradualmente la enseñanza del inglés desde el preescolar en la actualidad.

Todo esto se viene observando ya desde los años 90 a la fecha, son aspectos que se han ido queriendo reformar poco a poco, pero no es un proceso que se haga de la noche a la mañana, tarda, en realidad llevamos casi 20 años de reformas, parece mucho pero en la lógica del tiempo histórico real, no es nada… Pero además pasa por la lógica del desorden, es como agitar un vaso de agua con pinole, requerirá de tiempo para asentare, y conllevan al Sistema Educativo Nacional a constituirse ahora como un sistema de alta complejidad, que implica la descentralización, la toma de decisiones locales, en una diversidad de contextos que al mismo tiempo que cuentan con cierta dependencia hacia el centro se construyen con independencia tal y como lo describe Morin (1983 pág. 217). Este paso no se encuentra exento de problemas puesto que no se termina por comprender, ni por el Estado ni por la sociedad, que sigue contando con la expectativa de lo que fue el sistema de baja complejidad anterior.

Tal vez el problema principal sea lograr metas estandarizadas iguales para todos y todas los estudiantes con contextos culturales, socioeconómicos e históricos tan diversos, puesto que es lograr lo mismo en la diferencia con los medios de los que se disponga, es una paradoja en sí misma porque no se parte de la misma línea base. Cualquiera pudiera pensar que lo que tocaría serían diseños curriculares y académicos diferenciados por contexto pero esto llevaría a una marginación mayor en el contexto de la globalización, si los pobres no aprenden lo mismo que los ricos se construye y acrecientan las diferencias.

Por tanto, entre todas estas reformas, la evaluación del desempeño docente debería ser una puerta de entrada para el salto que requieren los docentes, pasando del modelo de la reproducción del centro a la periferia, de la SEP Federal al resto del país, a un modelo educativo en el que sean los docentes los que tomando en cuenta los planes y programas decidan cómo pueden alcanzar las metas educativas propuestas de acuerdo a su contexto. Esta parte de la Reforma, de entrada lo está siendo, porque lo que se les pide a los docentes es precisamente demostrar que aunque no se les haya formado para saber trabajar con lo que sea y cómo sea, lo deben de saber hacer. La demanda es grande, la exigencia también, ciertamente no es justa… pero es necesaria.

El dilema…

Emerge entonces un dilema, la elección entre la justicia que se le hace al docente y la necesidad apremiante de no dejar atrás a los niños y niñas mexicanos, dándoles una educación de calidad que esté de acuerdo al futuro que les tocará vivir. La respuesta frente al dilema es una apuesta que se hace por las nuevas generaciones y para sacarlas adelante los docentes son clave, por esto son los que pagarán las consecuencias del cambio…

Esta es una tragedia clásica porque pagan justos por pecadores, se debería de contextualizar en su justa dimensión, de manea que sí los docentes se evalúan están aceptando dar el salto pero se les debe apoyar para que lo logren, y no como se les ha puesto hasta ahora en los medios de comunicación, como flojos que no quieren trabajar y estudiar, esto independientemente de las oposiciones debidas o indebidas.

Más aún la realidad es que toda evaluación de uno de los elementos de un sistema es autológica, es decir se describe a si misma, tal y como lo diría Luhman (2007), puesto que aunque se evalúe a una parte ésta le pertenece, así que los resultados que alcancen los docentes son una evaluación de lo que sucede en el interior de todo el Sistema Educativo Nacional, es una evaluación del todo, del todo formado por partes en las que cada una, si bien se separa del resto y se le observa, tiene su propia independencia y por ende su responsabilidad; porque en los sexenios anteriores hubo procesos de capacitación, hubo incentivos para estudiar la carrera magisterial, tener una licenciatura, una maestría, un doctorado, pero no todos lo hicieron. Sin embargo, desde el sistema, éste no los capacitó para hacerlo desde su formación… Eso es lo paradójico de esta autología, que esta evaluación es auto descriptiva, es autoreferencial: la parte es responsable si cuando se le dio la oportunidad no se actualizó, pero también lo es el todo porque que no les formó para eso… La responsabilidad es compartida.

El apoyo necesario…

Frente a esto, el resto, la sociedad que los aprecia debemos apoyarlos impulsando que logren salir adelante en este nuevo reto que deben enfrentar. La pregunta es cómo se les puede apoyar, desde la perspectiva de la autora como investigadora y amiga cercana se les recomienda lo siguiente:

A. Modificaciones permanentes, cambios a la conceptualización de la vida docente:

1. Acepten que el cambio llegó para quedarse, lo único cierto es que todo es incierto, lo que hoy es mañana tal vez no lo sea, lo que implica una estrategia de actualización y aprendizaje permanente y a lo largo de la vida. No hay que quemar cuadernos, hay que adecuarlos al mundo actual.

2. Aprendan a vivir en la paradoja que implica responder al contexto global, lograr las metas educativas propuestas que son para todos y todas y que por lo mismo y por derecho todos los mexicanos deben alcanzar, pero también observen el contexto local y cómo a partir de él se debe construir la estrategia didáctica para que las logren. Lo global no se deja en lo local, lo local no se deja en lo global, lo global es local y lo local es global, es glocalizante.

3. Reflexionen contantemente sobre su práctica, detecten el acierto para repetirlo y el error para evitarlo, ninguna acción es perfecta, todo es perfectible, todos somos humanos, lo importante es la actitud de mejorar.

B. Acciones para salir adelante como docente, siendo mejor cada día al mismo tiempo en que se pasa y acredita la evaluación del desempeño

1. Ingresen a la página de la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente, lean todo el material, bajen las guías de estudio y estúdienlas a fondo.

2. Lean diariamente, ejerciten su cerebro, la variable más importante en la evaluación del desempeño docente es su competencia lectora, y esto se desarrolla por la acción: mientras más se lee, mejor se lee… mientras más difícil es el texto que se lee, mejor se le comprende… Hagan de esto un hábito. Lean cuando puedan, en el camión, en el baño, en la noche… Lean cosas cada vez más difíciles… El reto es que debe ser cada vez más difícil de leer y no más fácil.

3. Conozcan a la perfección sus planes y programas, tanto del grado que atienden como del inmediato inferior y superior, esto les permitirá acceder a un diagnóstico sobre lo que saben y deberían saber sus estudiantes en el nivel que están. Si sólo dan clases de una asignatura, además de llevar a cabo lo anterior, conozcan también los planes y programas de asignaturas relacionadas, si dan química, además biología y física, sí dan historia, además sociología, geografía, ética.. Piensen en áreas de conocimiento y no en disciplinas de conocimiento.

4. Planeen ustedes por sí mismos, no compren su planeación, no pidan que se las hagan, no la copien de otros, se aprende a planear, planeando… a leer leyendo, a resolver problemas resolviéndolos, es decir se resuelve por la acción. Serán competentes en la medida en que enfrenten la dificultad. Apéguense a los valores éticos que debe tener un docente, pero además sean conscientes de que si la compran, lo más seguro es que la triada sistémica INEE-SEP- CENEVAL, tenga buscadores de la información existente y por lo tanto del plagio, y si esto es así muy probablemente no las admita… hay programas para detectar esto actualmente. ¡OJO, cuídense a ustedes mismos!

5. Retomen estos elementos para diseñar su planeación argumentada:

5.1 Contexto externo: describan el entorno socioeconómico y cultural en el que se encuentra su escuela, nombre del municipio, población, condiciones económicas, trabajo de los padres, tiempo con sus hijos, religión, participación política, etcétera. Hagan encuestas sobre esto, busquen información sobre su localidad en el INEGI, sistematícenla para que tengan como una fotografía de la realidad que enfrenta su escuela.

5.2 Contexto escolar: describan el contexto interno, cómo es su escuela, cómo se encuentra, en qué condiciones, diciendo la verdad.

5.3 Diagnóstico de aprendizaje: describan qué saben sus estudiantes previamente con respecto al grado inmediato anterior y con respecto a los aprendizajes esperados de la planeación que realizarán, qué es lo que saben hacer como previo a lo que van a aprender.

5.4 Características del grupo: describan los estilos, gustos, preferencias, capacidades de los estudiantes de su grupo.

5.5 Elijan las metas para planear:

5.6 Diseñen su estrategia didáctica, EL CAMINO QUE LOS LLEVARÁ A LOGRAR LAS METAS QUE SE HAN ELEGIDO:

5.6.1 Delineen la situación didáctica o de aprendizaje mediante la cual se establece un contexto real que llevará a los estudiantes a desarrollar las metas propuestas: puede ser un caso, un proyecto, un experimento, una investigación, un problema, una dinámica, un juego. Es decir un escenario de la vida real en el que el estudiante debe resolver algo con el conocimiento que adquiere y que se establece de antemano, desde el principio, pero además que les sea interesante a su edad, gustos y preferencias.

5.6.2 Planteen el conflicto cognitivo o actuacional, la pregunta que guía la acción, lo que deben hacer a lo largo de la situación didáctica y su secuencia.

5.6.3 Establezcan la secuencia de actividades, la serie de actividades con el inicio, desarrollo y cierre que llevarán al estudiante a construir y ejercitar el conocimiento pero también a resolver la situación didáctica con su conflicto cognitivo inicial.

5.7 Esbocen su estrategia de evaluación, el plan con el que van a evaluar en el inicio, en el proceso y en el resultado y mediante el cual recopilarán los comportamientos y productos para evaluar el aprendizaje que se debe mostrar en las evidencias que lo demuestren.

5.8 Determinen cómo incluirán a los estudiantes con problemas y diferencias haciendo lo que ellos pueden hacer pero aprendiendo, no los segreguen, deben aprender las mismas metas y contenidos pero graduados a su capacidad y posibilidad.

5.9 Describan los materiales y recursos a utilizar.

6. Para el expediente de evidencias, diseñen su planeación con todos los puntos que vienen en el punto número 5, aplíquenla, y una vez que la hagan, tomen fotos de todo, no importa que sean muchas, luego elegirán las mejores, como si fueran fotógrafo profesional. Tómenle fotos a los trabajos de los estudiantes, a todos, de alto, medio o bajo rendimiento. Una vez que tengan un buen acervo elijan las que consideren las mejores de acuerdo con las metas propuestas, así como la que más problemas tiene, y califíquenlas con una rúbrica que los lleve a delimitar una intervención con la que demuestren cómo mejoran el resultado de ambos. Debe quedar claro que a partir de sus observaciones los estudiantes mejoran, eviten los dichos que hieren, taches sin sentido y todo aquello que dañe la autoestima del estudiante, corregir no es dañar, corregir es brindar la información para mejorar lo que se hace que de por sí es bueno o medio bueno, pero siempre puede ser mejor.

7. Para el examen recuerden que deberán contar con una buena capacidad lectora para entonces, así que lean diariamente pero recuerden que están diseñados por opción múltiple compleja y no simple, lo que implica tomar decisiones jerárquicas, no  piensen que sólo una es la respuesta correcta, sino que todas pueden serlo pero una es más correcta que las otras en el contexto en que los están evaluando.

8. Tranquilícense, no ganan nada con no dormir, asustarse y preocuparse, saquen su ansiedad estudiando, leyendo, aprendiendo, trabajando, no preocupándose.

Conclusiones

Independientemente de la postura ideológica que se tome, las dificultades académicas y emocionales que enfrentan los docentes frente a la evaluación del desempeño emergen tanto de unos antecedentes académicos que no consideran el modelo reproductor desde el cual se fueron formados en el que sólo se les enseñó a aplicar los planes y programas vigentes a la fecha en que estudiaron, así como de unas condiciones que emergen del contexto globalizador actual que no son fácilmente controlables ni por el estado, ni por los movimientos sociales, dado el momento de crisis aguda en el que nos encontramos.

Por lo tanto, el Sistema Educativo Nacional requiere de una profunda transformación porque no es capaz de responder como tal a los cambios que se generan desde el contexto globalizador e internacional actual, lo que implica desorden y desorganización, un caos que no termina por asentarse y al cual los docentes requieren adaptarse.

Las posibilidades de salir adelante dependen de que se adapten al nuevo contexto preparándose de manera constante y por sí mismos. Como en todo examen o proceso de evaluación aquel que se prepara para hacerlo lo logrará, el que no, pues no… Así que es necesario poner todo su empeño en los próximos 10 meses para lograrlo.

[1] Es importante señalar la diferencia entre privatizar y flexibilizar, la primera consiste en la venta de una empresa o servicio público al sector privado, la segunda consiste en que tanto el estado como los particulares pueden presar libremente el servicio.

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