¿A quién le creo?

¿A quién le creo?

A raíz de que la UNESCO y el Banco Mundial impulsaron las reformas educativas por competencias .

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Vol.: 2, 2009/11

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En este número abordamos el tema: ¿a quién le creo? La pregunta que emerge cuando nos encontramos una multiplicidad de propuestas en el ámbito educativo.

Este documento es gratuito y se puede distribuir de manera libre siempre y cuando se cite la fuente y se reproduzca respetando la intención original de la autora.

¿A quién le creo?

Dra. Laura Frade Rubio (R)

A raíz de que la UNESCO y el Banco Mundial impulsaron las reformas educativas por competencias alrededor del mundo han surgido varias propuestas sobre el enfoque curricular por competencias en el mercado, por lo que actualmente contamos con varias, mismas que no se encuentran muy claras o bien no están completas, o no citan las fuentes originales y los autores se adjudican ciertos conceptos sin que necesariamente sean suyos, pero además se sustentan en consideraciones que no han comprobado por la investigación documental o bien experimental. 

Mi preocupación es que cuando se hace esto los docentes, directivos y autoridades, en su desesperación por aprender y cumplir con los nuevos planteamientos que se hacen a nivel internacional o bien nacional por parte de la Secretaría de Educación Pública, están creando sus propias propuestas de trabajo, asunto que resulta el ideal de la educación en el Siglo XXI, porque se acabó la era de las propuestas únicas. No obstante, el riesgo que se corre es que no diseñen proyectos que cuenten con la solidez necesaria, es decir que no cumplan con los criterios básicos que deberían cumplir, entre ellos: objetividad, confiabilidad, validez, integralidad, y pertinencia. Lo anterior porque muchas de las propuestas actuales, construyen sobre supuestos, ideas y observaciones que no necesariamente cuentan con procesos de investigación que respalden las definiciones, los argumentos, y las posiciones de los autores.

La pregunta es entonces: ¿cómo sabemos que cualquier propuesta educativa, sea de competencias o no, cuenta con los criterios y argumentos que la llevan a cumplir con los principios científicos de objetividad, validez, confiabilidad, integralidad y pertinencia?

Vamos a empezar de atrás para adelante, la pertinencia o adecuación es el criterio que debe observar que la propuesta realmente responda a las necesidades educativas del momento histórico que se vive, asunto que se define por incluir un diagnóstico sobre las necesidades actuales, para luego identificar que la propuesta las satisface. Es decir si no hay diagnóstico y una oferta que lo compense, no se justifica su aplicación.

Lo que nos lleva a que dicha propuesta debe ser integral. Este principio señala que un proyecto educativo debe incluir todos los aspectos que aborda el proceso. Desde la perspectiva del fondo, se deben incluir las dimensiones que un educando debe desarrollar, entre ellas: lo afectivo, cognitivo, psicomotriz, valoral y social. Es decir que debe existir un planteamiento claro que delimite cómo se abordarán dichos aspectos mediante la misma.

Desde la perspectiva de la forma que adquiere el proceso educativo, la propuesta debe incluir cómo se integrarán todas las etapas en su proceder: historia, diagnóstico sobre las necesidades educativas actuales, justificación, definición teórica, desarrollo, planeación, aplicación, evaluación e instrumentos para ser utilizados en cada momento.

Esto quiere decir que una buena propuesta educativa debe incluirlo todo, porque si cuenta con ausencias, sino parte de definir todos aspectos pedagógicos que resultan básicos, entonces lo que sucede es que no es sólida, porque existen vacíos que impulsarán su fracaso, tarde que temprano, es decir que si no está completa, no sirve; puesto que la educación como función de reproducción cultural de la sociedad, debe prever todos los elementos que requiere para lograr su misión con éxito. Por ejemplo, si una propuesta para aplicar el enfoque por competencias sólo considera un tipo de situación o un sólo contexto para desarrollarlas como pudieran ser los proyectos tal y como lo mencionan algunos autores, por ejemplo, entonces no está completa, puesto que no abarca todos los escenarios didácticos (casos, problemas, experimentos, investigaciones, juegos, productos, etc.) mediante los cuales se pueden desarrollar; o bien, si no define exactamente cómo se pueden evaluar las competencias, y no justifica además sus argumentos con casos, ejemplos e investigaciones que argumenten las elecciones realizadas pues tampoco se puede considerar como algo que está terminado y solidamente construido. 

En segundo lugar en cuanto a la confiabilidad, podemos decir que cuando se aplique en diferentes contextos se deben obtener los mismos resultados, porque si la propuesta no considera ciertos principios y fundamentos que puedan ser generalizables a toda situación, entonces pierde su valor. Así cuando ésta parte de consideraciones que sólo contemplan ciertos lugares, o ciertas condiciones y no se observan todas las variables que pueden influir, entonces tampoco funciona, sobre todo cuando ésta se aplica de manera universal. Por decirun ejemplo, si se aplica en el Distrito Federal, pero también en Chiapas, se obtendrán las mismos logros. Esto no quiere decir que sí en dicha propuesta se realizan ejemplos éstos sean generales, porque por definición un ejemplo, valga la redundancia, particulariza. Más bien, la confiabilidad se mide, porque lo que se propone se pueda aplicar en cualquier parte, y por lo mismo se pueda construir un ejemplo o varios para todo contexto. 

Además, la confiabilidad, también tiene como indicador la predicción, es decir que la propuesta señala lo que sucederá si se aplica, previendo de antemano los posibles errores y debilidades. Por ejemplo, desde mi propuesta yo puedo señalar que la mayor debilidad del trabajo por competencias es el dilema que se establece entre el saber y el hacer porque cuando los estudiantes participan en procesos muy activos, la adquisición del conocimiento se descuida y pueden hacer muchas cosas sin que adquieran lo que necesitan aprender. Lo que no quiere decir que las competencias sean malas, sino que tenemos que prever que esto puede suceder.

En tercer lugar, en cuanto a la validez, la cualidad que tiene una propuesta para ser reconocida o aceptada, debe observarse tomando en cuenta (Martínez Miguelez 2006):

Su validez hipotética: si existen hipótesis, implícitas o explícitas, que se comprueben a lo largo del proceso de descripción de la propuesta mediante la relación racional entre causa o efecto, o causa-consecuencia

Su validez interna, si existen hechos, razones, causas, procesos, consecuencias e impactos que comprueben las tesis fundamentales, lo que se puede dar a partir de ejemplos, analogías (esto es cómo cuando…) o bien casos concretos.

Su validez externa, si se puede generalizar a otros contextos, lo que tiene que ver también con la confiabilidad.

En cuarto lugar, en cuánto a la objetividad, esto quiere decir que la propuesta debe ser racional, de manera que se sustente en principios, tesis y argumentos que excluyan la contradicción y con esto ciertas debilidades que pudieran ponerla en cuestión, lo que lleva a señalar que como todo conocimiento es social, existe una cierta convencionalidad en el mismo, es decir que la sociedad lo ha aceptado y respaldado. Esta es la parte mas difícil de una propuesta, porque actualmente si la objetividad se observa a partir del consenso social que se genera, se da el fenómeno de las modas por la difusión que hacen los medios de comunicación. Así cuando algo se pone en boga toda el mundo entra por ahí, sin cuestionar si realmente lo que se dice o se señala tiene cierta fundamentación racional que la compruebe.

A esto además se le añade que un conocimiento se establece como paradigma hasta que se agota cuando ya no explica todas las realidades (Kuhn, 2005) por lo que se necesita de otro que explique de mejor manera lo que sucede, cuando esto se da hay una transición, es decir una crisis entre el pasado y el futuro que se caracteriza por un fuerte cuestionamiento a lo nuevo, a lo que emerge, hasta que éste es aceptado. Es en esta transición de un paradigma a otro, que se logra la convencionalidad, es decir la aceptación de la sociedad de que el nuevo conocimiento es objetivo, válido y confiable.

Esto supone que actualmente nos movemos en una contradicción, porque se ponen de moda propuestas sin que realmente cuenten con un sustento racional, integral, y totalmente fundamentado, sólo por la necesidad de encontrar respuesta a la necesidad que se impone porque un nuevo plan de estudios ha decidido tomar un enfoque del cual todavía no existe mucha claridad.

En suma, frente a las diversas propuestas educativas que emergen, sean de competencias o no, los docentes, directivos, supervisores y todo aquel que tome decisiones sobre los procesos educativos, debe analizar si cumplen con todos estos criterios antes de aplicarlas en su aula, porque lo importante sigue siendo no arriesgarse si lo que identificamos no cumple con todos estos requisitos.

Referencias

Kuhn Tomás, La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económica de España, 2005.

Mártinez, Migueles, Miguel, Validez y confiabilidad en la metodología cualitativa, Revista Paradigma, dic. 2006, vol.27, no.2, p.07-33. ISSN 1011-2251, Maracay, Venezuela.

Tip el mes

Frente a cualquier propuesta educativa sea de competencias o no, evalúa su calidad mediante un análisis concienzudo de la misma, no todo lo que se escribe y se distribuye cuenta con la solidez necesaria para ser aplicada en el salón de clases.

Consejos prácticos

Para identificar a quién se le cree, o qué propuesta se adopta, está debería cumplir con los siguientes criterios:

– Pertinencia: que se parta de un diagnóstico que se busque satisfacer por la propuesta.

– Integralidad: que contemple todos los aspectos, tanto los que tienen que ver con el desarrollo de los estudiantes (afectivo, cognitivo, psicomotriz, social, valoral), y todos los procesos pedagógicos (diagnóstico, justificación, conceptos, desarrollo, procesos – planeación, ejecución, evaluación, – e instrumentos)

– Confiabilidad: aplicación de la propuesta a cualquier contexto, el sujeto que la aplica puede crear ejemplos de aplicación para cualquier caso que además predicen lo que sucederá.

– Validez: cuenta con una hipótesis implícita o explícita que se comprueba por los argumentos, mediante hechos, razones, causas, investigaciones, casos, ejemplos, analogías, que de forma racional explican lo que sucede.

– Objetividad: cuenta con un proceso racional que demuestra todos los criterios anteriores y aunque no sea todavía un paradigma establecido por la sociedad, tiene posibilidad de serlo por la coherencia en los argumentos que plantea.

Calidad Educativa Consultores S. C. es una empresa que busca impulsar la calidad en la educación desde la perspectiva del fortalecimiento y actualización de lo procesos de intervención educativa, pedagógica y didáctica que los y las docentes, sus directivos y supervisores realizan buscando responder con ello a las necesidades y el contexto del Siglo XXI. ¡Contrata nuestros servicios!

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